En 2022 se reciclaron en España más de 1’6 millones de toneladas de papel, casi el 78% del papel y cartón utilizados para envase y embalaje. En efecto, cada persona en España separó 27,1 de envases y embalajes domésticos, de los que 20,4 ks correspondieron a papel y cartón; esto aumentaba un 4,5% el porcentaje del año anterior. Así España ya cumple con antelación el objetivo fijado por la UE para 2025. A la vez, esto convierte a España en el segundo país que más papel y cartón recicla en Europa, tras Alemania.
Estos datos son favorables y demuestran que estamos entendiendo, sin duda, el papel fundamental que cada uno de nosotros representamos en el aprovechamiento correcto de nuestros recursos naturales, y debemos darnos la enhorabuena como país por este hito. Con la información adecuada y entre todos, podremos incluso mejorar estos resultados. La información es muy necesaria en el momento en que compramos diferentes tipos de papel y, por supuesto, en el de organizar los materiales para reciclaje en nuestro hogar.
Y es que las variedades de usos que damos al papel son tantas, que, a la hora de gestionar residuos de papel, todavía hay veces en que nos surgen dudas acerca de qué papel es o no reciclable y dónde depositarlo adecuadamente.
Por ello, en esta pequeña guía, vamos a ver un poco más de cerca cuáles son los tipos de papel reciclables y cuáles no. Como norma general siempre se podrán reciclar todas aquellas clases de papel que no contienen otros elementos aparte de la celulosa, que es el material principal para la elaboración de papel y cartón. Así, serán siempre reciclables:
√ Folios y papel de escritura y oficina, libros. Se calcula que, como media, un trabajador de oficina consume unos 10.000 folios cada año. Evitarlo en lo posible está en nuestras manos, como reutilizar el papel antes de destinarlo al reciclaje.
√ Periódicos, revistas. El papel de prensa es de bajo gramaje y su tradición de reciclaje es antigua: a mitad de 1800 el papel que se usaba era 100% reciclado, puesto que se fabricaba con trapo de algodón.
√ Folletos y panfletos de publicidad.
√ Embalajes de papel, papel Kraft, bolsas de papel y cajas de cartón. Según la Federación Europea de Fabricantes de Cartón Ondulado, un 83% de los embalajes en papel y cartón se reciclan. Si éstos vienen precintados con papel engomado, no será necesario separar nada, puesto que tanto el embalaje como su precinto están realizados con un solo y el mismo tipo de material.
Solemos encontrar casos especiales: por ejemplo, los sobres para enviar cartas; se reciclan sin más cuando no llevan ‘ventanilla’, pero será necesario retirar estos elementos plásticos si queremos depositarlos en el contenedor azul.
Como norma general siempre se podrán reciclar todas aquellas clases de papel que no contienen otros elementos aparte de la celulosa. |
Entendiendo bien el proceso de reciclaje del papel, nos será fácil deducir que no se podrán reciclar todos aquellos tipos de papel que contienen elementos extraños a la celulosa que constituye su base, y que no sea posible separar o eliminar. Así, no son reciclables:
x Papel impregnado con suciedad: por ejemplo, comida, grasas, fluidos u otras manchas. Si, en este caso, es posible eliminar sólo la parte contaminada con suciedad, debe hacerse, depositando la parte limpia en el contenedor azul.
x El papel higiénico y servilletas de papel, por cuestiones obvias. Son biodegradables, pero también residuos sanitarios. Sin embargo, cuando estos tipos de papel sólo ha sido mojados con agua, estaremos ante papel reciclable.
x Papeles recubiertos con cera, parafina, plástico o aluminio; aquí las sustancias externas son inseparables de la celulosa.
x Papel de autocopia o papel carbón, papel térmico y papel fotográfico: papel de calco, tickets o cuentas de la compra, faxes de la oficina, fotografías...etc. Están cubiertos de capas de químicos inseparables de la fibra de celulosa, por lo que no pueden reciclarse. Mejor utilizar sustitutos cuando podemos elegir.
x Papeles adhesivos: cintas autoadhesivas, pegatinas, pósits… Su reciclaje dependerá de los químicos utilizados como adhesivo. Aquí será necesario recurrir al separado de la parte adhesiva cuando sea posible; si no lo es, resulta preferible desecharlo como no reciclable, para no complicar el proceso.
El papel engomado es plenamente reciclable y 100% biodegradable. Al utilizarse almidón como adhesivo, favorece su reciclado al ser un elemento básico en la producción de papel. |
Es muy importante no mezclar el papel y cartón reciclables con otros residuos y otros tipos de papel no reciclables, para evitar problemas en el proceso de reciclado: de esto dependerán las cantidades que sea posible reciclar y la calidad del papel reciclado. Recordemos que reciclando una tonelada de papel se ahorran aproximadamente 2.000 kilos de madera y unos 15.000 litros de agua; y que es posible repetir el proceso muchas veces antes de que la fibra pierda su integridad.
El uso de papel en tantos ámbitos es tradicional y sostenible. En España estamos logrando grandes cotas de reciclaje de papel y cartón; cuanta más información tengamos al respecto, más podremos ir mejorando las cifras de reciclaje y su calidad, por nuestro medio ambiente y por un mundo más racional y sostenible.
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