El verano es el momento del descanso de las tareas del año, de desconectar de las inercias del trabajo y de orientar nuestra atención a uno mismo, a las personas que nos rodean y al entorno. En verano, las vacaciones y los viajes, -da igual si es en el pueblo de al lado o en otro continente- y las actividades al aire libre nos ayudan a reconectar con el Medio Ambiente, y disfrutarlo al máximo depende también de los cuidados que, entre todos, debemos tener aún más en cuenta.
- Mejor el paseo, la bici o el transporte público que el coche, siempre que sea posible.
- En la playa, en la montaña, donde quiera que vayamos, no debe quedar ningún rastro de nuestra presencia cuando decidamos marcharnos. Mientras, cuidado con colillas, cerillas y envases de vidrio.
- Mejor ventiladores o climatizadores eficientes: pensemos que cada grado de temperatura que baja el aire acondicionado consume un 8% más de energía.
- Si envíamos paquetes o efectuamos expediciones, mejor emplear cartón y papel engomado, más respetuosos con el medio ambiente. Si recibimos pedidos hay que pensar, una vez desembalados, si las cajas pueden hacernos algún servicio; si no, depositar los embalajes en el contenedor azul para que puedan ser reciclados.
- Recordar que las 3 Erres siempre son el fundamento:
- Reducir al mínimo los objetos y materiales destinados a un solo uso, las pérdidas de energía y la emisiones contaminantes.
- Usar la imaginación y el tiempo libre para lograr nuevos usos: Reutilizar. Las criaturas estarán encantadas mientras aprenden.
- Los hábitos de Reciclaje son igual o más importantes durante el verano, porque el consumo y, por tanto, los residuos aumentan.
Es fundamental mantener los entornos limpios y libres de residuos con acciones que creen impacto positivo en el Medio Ambiente.
La naturaleza de la que disfrutamos está viva. Contemplar y asombrarnos con su belleza desde donde estemos nos hace comprender su verdadero valor. A disfrutarlo.
¡FELICES VACACIONES!
