Las mayores compañías de comercio electrónico del mundo reparten cada día millones de paquetes con sus artículos por todo el mundo. En efecto, el mercado de paquetería y mensajería creció durante 2018 un 5’2% respecto del año anterior, con un total de 7.100 millones de €. Éste, precisamente, es el motivo de que la paquetería se haya convertido en el principal objetivo de robos y sustracciones en los últimos años. Los datos que recoge la Guardia Civil en España muestran que, si hace tan sólo hace 5 años los porcentajes de robos en paquetería representaban un 22% del total, en el pasado 2018 ya llegaban a un 48%.
Los productos más robados son accesorios de electrónica, teléfonos y tablets, moda, textil y complementos, así como productos de alto valor, tanto cosmética como joyería y productos gourmet.
Para muchas empresas la pérdida económica, aunque muy importante, no es lo esencial:
- la necesidad de reponer los artículos en plazo, tarea algo difícil por los tiempos
- los importantes costes que suponen para las aseguradoras, que marcan cláusulas cada vez más restrictivas,
- la experiencia lamentable para sus clientes, que, en muchos casos, supone su pérdida,
- pérdida también en el prestigio de la empresa
Estos inconvenientes dan una idea del alto impacto que los robos y hurtos tienen a nivel operativo y económico para el sector.
Las compañías y empresas de mensajería y paquetería buscan soluciones y métodos de prevención de diversa naturaleza.
La definición e implementación de protocolos y planes de seguridad permiten establecer controles y medidas precisos y ajustados a cada supuesto. Los expertos coinciden en que las medidas que se introduzcan deben responder a la política de prevención, y no a la reacción; y en que un diagnóstico previo cuidadoso supondrá la diferencia entre inversión y simple gasto.
Pero el primer factor fundamental para la protección de los envíos es el embalaje. En este punto, es necesario insistir en la importancia que adquiere el adecuado empaque y embalaje de un producto, como medida de disuasión y prevención: está comprobado que previene el 80% del total de las incidencias en el transporte. El cartón, el material de embalaje más versátil, utilizado, y reconocido por los consumidores -4 de cada 5 prefieren los embalajes de cartón siempre que es posible- es también el más ligero y natural, perfecto en un contexto de economía circular. Y aquí es donde el uso de la cinta de papel engomado para el cierre de las cajas de cartón revela toda su eficacia y sus ventajas: siendo del mismo material que el cartón, la cinta de papel engomado unifica todo el embalaje -monoembalaje- y dificulta extraordinariamente cualquier intento de arrancado, que, de producirse, siempre deja evidencia. El sencillo hecho de empaquetar de la manera correcta un envío, el apropiado cierre de la caja de cartón y su precinto con materiales homogéneos, aporta seguridad y además un efecto disuasorio nada desdeñable.
Proteger las mercaderías es vital para las empresas y la seguridad del mercado. Nuestra especialidad, desde hace seis décadas, es el adecuado cierre, sellado y precintado de seguridad para las cajas de cartón, y hemos visto casos reales en los que los robos y sustracciones de su paquetería ponían en serios aprietos a empresas con renombre y años de rodaje. En todos los casos, el papel engomado ha formado parte de la solución.
