El papel ha sido y sigue siendo clave en todo el proceso de civilización en la historia de la humanidad. Y, en la actualidad, tras el rápido desarrollo e implantación de la tecnología digital en los entornos de la educación y de la empresa, empiezan a efectuarse comparativas y a comprobarse resultados.
El papel en la enseñanza
Desde hace años estamos siendo testigos de cómo las tecnologías digitales se van incorporando a las herramientas de las aulas de los colegios y centros de enseñanza muy rápidamente.
En este escenario, los últimos estudios se han venido ocupando de analizar en detalle las ventajas y el alcance de los diversos soportes para fortalecer las estrategias educativas en su combinación. La última investigación de Two Sides* demuestra por qué, durante cualquier aprendizaje, el papel impreso, los cuadernos y lápices siguen siendo indispensables en los procesos de alfabetización y enseñanza.
- Cuanto más amplia es la gama de habilidades de escritura manual, mejor es el rendimiento académico.
- Las personas estudiantes que leen textos académicos impresos en papel obtienen calificaciones mejores en las pruebas de comprensión lectora, que las que sólo leen en formato digital.
- La investigación más reciente apunta a que la escritura a mano en los primeros años es esencial para la buena lectura.
- El alumnado que escribe textos a mano produce palabras más rápidamente que en un teclado, y además, expresa más ideas, y se observa una mayor activación de las áreas del cerebro asociadas a la memoria.
- Se recuerdan más detalles de las historias leídas en papel que de las leídas en libros electrónicos.
- Los millennials manifiestan preferir el papel. De hecho, 60 de cada 66 estudiantes prefieren el papel a la computadora cuando estudian.
- El texto impreso permite a las personas lectoras un mapeo mental -capítulo, pg. Izquierda o derecha, lugar de la página…- que mejora el aprendizaje, la retención y la comprensión general.
- Una encuesta a estudiantes de Oxford reveló que: ‘la lectura en pantalla es más superficial… la concentración y el tiempo de lectura, más cortos’ y que ‘la lectura en pantalla requiere más esfuerzo para enfocarse”.
No olvidemos, porque es esencial en los procesos de la memoria y el aprendizaje, la experiencia sensorial y táctil, incluso olfativa -ese olor de lignina y tinta de los libros nuevos-, y la posibilidad de subrayar, marcar o hacer anotaciones a mano directamente sobre el papel.
El papel en el entorno organizacional
Todo lo anterior es aplicable al mundo organizacional, que comprende todas circunstancias laborales relacionadas con la organización, funciones y contenidos y la ejecución del trabajo en las empresas. Dichas condiciones laborales afectan al estado general de las plantillas y a su desempeño dentro de las organizaciones y, por tanto, a los resultados.
En efecto, los medios electrónicos han supuesto y seguirán implicando enormes avances que posibilitan pasos enormes en todos los sentidos en la organización de las empresas: desde el logro y tratamiento de información y datos, pasando por la seguridad en la gestión de la información y su almacenamiento, la eliminación de las distancias…etc. Sin embargo, leer en papel, escribir, tomar notas o preparar croquis a mano, sigue siendo fundamental para el modo en que nuestro cerebro comprende, asimila, expone, recuerda y utiliza en contexto.
El papel y nuestras interacciones con él siguen siendo esenciales en los procesos de aprendizaje y organizacionales. Una cuidada y sabia combinación de medios electrónicos y papel será la receta perfecta para un aprendizaje y desempeño adecuados en cada caso.
Y, cuando se trata de embalaje, el papel también tiene su protagonismo.