Ya hemos hablado en otras ocasiones de inteligencia vegetal, de cómo el mundo vegetal percibe a través de más sentidos de los que conocemos los humanos, de cómo las especies vegetales se comunican, aprenden, recuerdan y reaccionan en consecuencia. La naturaleza nos ofrece una enorme variedad de misterios y nos demuestra continuamente todo lo que aún nos queda mucho por conocer y multitud de preguntas todavía sin respuesta.
Entre ellas, el enigma del bosque de Gryfino Krzywy Las, en la región de Pomerania occidental, en Polonia.
Se trata de una arboleda de unos 400 pinos, plantados alrededor de 1930, en la que aproximadamente un centenar de ellos presenta una curvatura brusca, de aproximadamente 90º hacia el norte, justo por encima del nivel del suelo, que dota a los troncos de una curiosa forma de J. La curvatura desaparece y la parte superior de los pinos sigue su curso natural hasta unos 15 metros de altura.
Es, sin duda, una respuesta vegetal a algún fenómeno para el que todavía no hay una explicación. Hay quien lo interpreta como la respuesta a un fuerte viento, o a la acumulación de alguna gran nevada: extraño, pues otros árboles de la misma especie y edad, alrededor, crecen perfectamente rectos; también se dice que estos árboles fueron aplastados por los tanques que circularon por la zona durante la II Guerra Mundial; y que el ser humano fue quien les dio esta forma con el propósito de producir madera curva para la construcción de buques, que la invasión nazi interrumpió. Los habitantes de Gryfino también rechazan de plano esta posibilidad, porque jamás ha sido empleada la madera de pino para la construcción de barcos…
¿Un hongo -Melampsora pinitorqua-? ¿o causas más estrambóticas, que no faltan, como anomalías gravitacionales, "energías malignas" o fenómenos extraterrestres...? La hipótesis más razonable explica el fenómeno de la siguiente manera: al principio de su vida, estos árboles debieron quedar bajo los troncos talados de árboles adultos, de forma que, en su crecimiento, tuvieron que sortear este obstáculo hasta que los troncos fueron retirados.
Hay conjeturas para todos los gustos, pero la verdad es que la sorprendente respuesta de los árboles del bosque de Gryfino oculta aún su motivo...
