Cada vez somos más conscientes de que vivimos rodeados de productos no biodegradables, que utilizamos diariamente con profusión, y de las consecuencias que acarreamos al Medio Ambiente cuando nos deshacemos de ellos. En el caso del packaging y del embalaje, su función es esencial, pero una vez terminada, dado su volumen en crecimiento, es muy necesario prestar toda la atención a su impacto ambiental. El papel y el cartón son materiales que pueden reciclarse, dependiendo de las características de su fibra, incluso más de 25 veces sin perder sus propiedades. Cuando estas fibras son excesivamente frágiles y su vida útil termina, son biodegradables y, por tanto, se descomponen por la acción de los microorganismos en un proceso biológico totalmente natural. El papel engomado proviene de cultivos de gestión forestal sostenible y se recicla sin costes añadidos en una misma fase del proceso.
Como consumidores y clientes sabemos muy bien que, cada día más, un embalaje respetuoso con el Medio Ambiente es determinante para decantarnos por unas u otras marcas. Por eso el embalaje sostenible siempre supone un valor añadido para la marca.
El papel engomado es el sistema de sellado de cajas de cartón más amigable con el Medio Ambiente.